
(...)Sonreí ante la idea y apoyé mis labios sobre los suyos y luego me acerqué hasta su cuello y lo besé. Pareció gustarle, ya que inclinó un poco más la cabeza para que pudiera besarlo mejor. Entonces lo besé lentamente, recorriendo su cuello, luego besé desde su oreja hasta llegar al mentón y me detuve en sus labios. Los labios más tiernos que había probado jamás, la lengua más perfecta que se podía saborear y los mejores besos que iba a recibir. Con él todo me parecía perfecto. Sonrió y acarició mi espalda, luego subió la mano hasta llegar a mi cuello y me atrajo hacia él con ternura. Tomó mi cara entre sus manos y apoyó su frente sobre la mía. Me miró a los ojos de esa forma que sólo él me miraba y mi corazón se detuvo, para luego latir a toda velocidad. Era el ser más perfecto de la tierra. Deslizó lentamente su cara hasta mi oreja y susurró: "te quiero.. no sabes cuanto.."
Luego volvió a la posición anterior y me miró con ojos ansiosos. Yo le sonreí y susurré un “yo también”, que parecía, sin duda, una declaración... pero las palabras ‘te quiero’ eran pobres en comparación a lo que yo realmente sentía por él. Claro que sólo es una forma de decirlo, al mirarlo a los ojos me daba cuenta que él también sentía más que eso y estaba seguro de que podía notar que mis sentimientos también eran mucho mayores. Nos abrazamos y nos acomodamos en la cama como si fuéramos a dormir. Él escondió su cabeza en mí y rodeó mi cintura con sus brazos. Yo lo abracé y lo volví a besar, esta vez en la frente. El era mi sueño hecho realidad, lo era todo. Me sentía muy cursi respecto a mis sentimientos, pero sin duda él era muy importante para mí. De pronto ya no podía imaginarme el no tenerlo cerca. El tiempo que pasáramos en el campamento iba a valer oro para ambos, pero yo no tenía ninguna intención de que él se fuera de mi vida después de eso. Como si hubiese escuchado mis pensamientos murmuró: "no me dejas nunca, si? No puedo estar lejos de vos, ahora ya no." y yo le respondi: "jamás, siempre voy a estar con vos, no soportaría no tenerte cerca." (...)
Luego volvió a la posición anterior y me miró con ojos ansiosos. Yo le sonreí y susurré un “yo también”, que parecía, sin duda, una declaración... pero las palabras ‘te quiero’ eran pobres en comparación a lo que yo realmente sentía por él. Claro que sólo es una forma de decirlo, al mirarlo a los ojos me daba cuenta que él también sentía más que eso y estaba seguro de que podía notar que mis sentimientos también eran mucho mayores. Nos abrazamos y nos acomodamos en la cama como si fuéramos a dormir. Él escondió su cabeza en mí y rodeó mi cintura con sus brazos. Yo lo abracé y lo volví a besar, esta vez en la frente. El era mi sueño hecho realidad, lo era todo. Me sentía muy cursi respecto a mis sentimientos, pero sin duda él era muy importante para mí. De pronto ya no podía imaginarme el no tenerlo cerca. El tiempo que pasáramos en el campamento iba a valer oro para ambos, pero yo no tenía ninguna intención de que él se fuera de mi vida después de eso. Como si hubiese escuchado mis pensamientos murmuró: "no me dejas nunca, si? No puedo estar lejos de vos, ahora ya no." y yo le respondi: "jamás, siempre voy a estar con vos, no soportaría no tenerte cerca." (...)






































































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